El macerado de un alimento consiste en sumergirlo en un líquido (aceite, vinagre, limón, licor, vino, etc.) con el objetivo de que este lo haga “mas tierno” y se impregne del sabor de la maceración. En el caso de las carnes, estas sueñen colocarse de manera cruda, aunque es posible macerar carne seca o confitada.

El tiempo que debe permanecer la carne sumergida varía de acuerdo con el tipo de mezcla en la que reposara. Asimismo, es importante revisar que el macerado cubra por completo el corte de carne, remover los ingredientes cada tres o cuatro horas y cocinar los macerados a fuego bajo para evitar que estos se quemen.

Otro de los objetivos de la maceración, además de impregnar el olor y sabor de un líquido, es prolongar su conservación. Dentro de la industria de los cárnicos, existe maquinaria especial para masajear carne y elaborar jamón, paleta cocida, lomo, costillas y productos macerados de aves. Estos incrementan la absorción y retención del macerado.

Los tumblers de maceración pueden mejorar la estructura de la carne y el efecto de corte. Las tapas giratorias que se utilizan en ambos extremos del tambor maximizan el espacio de trabajo y hacen que la carne sea más uniforme. ¿Necesitas uno de ellos o algún otro equipo para tu negocio? Llama a Talleres Mendoza.